* Participaron los periodistas Walter Schmidt, José Xavier Návar y Federico Rubli
México, D.F., septiembre 03, 2014 (Francisco Zamudio/ROCKMX). Con las ponencias de los periodistas Federico Rubli, Walter Schmidt y José Xavier Návar, arrancó este pasado miércoles 27 de agosto, el primer Seminario de Periodismo y Rock en México, un Recuento, en el Multiforo Cultural Alicia del Distrito Federal, mismo que registró una entrada cercana a los 200 espectadores.
Poco después de las 7 de la noche, el también periodista y escritor David Cortés, uno de los principales promotores de este encuentro, dio las gracias al público por haber asistido a la charla e inmediatamente después leyó los currículos de los invitados, para darle paso a sus exposiciones.
Arrancó Federico Rubli Kaiser, quien en la década de los setenta fue uno de los editores, junto con Víctor Roura, de la revista México Canta. Él estableció de inicio algunas diferenciaciones entre hacer periodismo de rock en la década de los setenta, con relación a los nuevos tiempos.
Por principio de cuentas, expuso, hubo un salto cuántico en la tecnología, ya que en aquella época, no existía la Internet ni las redes sociales, todos ellos redactaban en máquinas de escribir. También, comentó que no había exigencias en el profesionalismo de quienes se dedicaban a escribir de rock, lo cual se trasladaba al entorno inmediato, ya que no se pensaba en la protección de quienes escribían, a través de alguna Ley de Derechos de Autor, como en la actualidad.
Las ventajas que el escritor del libro Estremécete y Rueda, Loco por el Rock siente en los tiempos que corren, es que, por principio de cuentas, no hay censura para escribir y ahora este oficio es más competitivo, ya que exige mayor calidad en el quehacer periodístico.
En contraste, hizo hincapié en que ahora se ha perdido, de manera alarmante, algo que es básico: “La verificación de fuentes y datos”, ya que gracias a eso, por mencionar un ejemplo, él pudo desmitificar en su obra una entrevista que, supuestamente, la revista Piedra Rodante había realizado con la muy famosa “Encuerada de Avándaro”, lo cual fue un invento de los editores de ese tiempo.
De charla ágil y sencilla, directa, Rubli contó de qué manera su generación conseguía discos importados: “Le pedíamos a algún familiar o amigo que nos comprara esos materiales en Estados Unidos o Inglaterra, o mejor aún, ‘nos ligábamos’ a las azafatas de las compañías aéreas y con eso podíamos estar seguros de tener los últimos lanzamientos o cosas que no se podían conseguir fácilmente en México”, lo cual arrancó varias risas de complicidad entre la audiencia.
Para finalizar, exhortó a las nuevas generaciones de periodistas de rock y aspirantes a iniciarse, a que “aprendan todo lo referente a las nuevas tecnologías, porque son una fuente inagotable de información”, aunque recomendó que ese mar de datos no les haga perder la esencia del trabajo: “No pierdan el arte de hacer buenas entrevistas”.
Acto seguido tomó el micrófono Walter Schmidt, quien fuera editor de la Revista Sonido, personaje ampliamente reconocido por periodistas como alguien que escribía y difundía mucha música que no formaba parte del mainstream, como el rock progresivo y el rock en oposición.
Walter relató pasajes de su infancia en el Instituto Zumárraga, donde compartió aulas con Charlie Hauptvogel y Alejandro Lora, quienes formaron el Three Souls In My Mind, a quien Schmidt solía ir a ver ensayar muy seguido, hasta que en ese ambiente, conoció a gente como Parménides García Saldaña y otras peronas que lo alentaron a escribir de rock.
El también músico, miembro de agrupaciones míticas como Decibel, Size, Casino Shangai y Robot, se lamentó de haber dejado la academia: “Si ya soy el editor de Sonido, ¿para qué sigo en la escuela?”, se preguntó ante un público respetuoso y atento a sus palabras.
Narró cómo hacía entrevistas por correo, para poder tener contacto con grandes personalidades rockeras de su tiempo, así como la vez que viajó a Inglaterra en una misión periodística diferente al rock, pero llegó hasta donde se encontraba Peter Gabriel, arreglándoselas para que el ex cantante de Genesis, fuera a su hotel para ser entrevistado.
Además de estudiar, Walter Schmidt aconsejó a los asistentes a que aprendieran de menos a hablar inglés y, que cuando quisieran algo en materia informativa, no se detuvieran hasta conseguirlo. De rebote, tocó un tema que ha perseguido desde hace varios años a los periodistas de rock en México: “tener que hacer otras cosas para poder sobrevivir y dedicarte a lo que te gusta”.
Cerró las intervenciones José Xavier Návar. El también disquero detalló varias cosas que resultaron inéditas, como su carrera universitaria de artista plástico, su trabajo como jefe de promoción para músicos ajenos al rock y sus primeras incursiones en los medios, las cuales hizo en el tercer semestre de la carrera de Ciencias de la Comunicación, al lado de su amigo y ahora reconocido crítico de cine, Leonardo García Tsao.
Návar tocó, desde una óptica mucho más anecdótica que académica, develó puntos sensibles para la industria del disco como “la payola” y señaló al ex ejecutivo discográfico Ignacio Morales, como el que le puso “corbata a la payola”.
Se refirió también a la época en que las discográficas manejaban grandes presupuestos y no sólo podían enviar a periodistas al extranjero a ver a bandas de rock, sino que traían de promoción a gente como Brian Johnson, cantante de AC/DC, quien le dijo a su llegada a México, tras enterarse que muchas de las exigencias de su manager para su estancia en la ciudad, no podrían ser cumplidas al 100%: “Hasta hace unas semanas, yo era un mecánico y ahora soy una estrella de rock, así que yo como y bebo adonde ustedes lo hagan, sólo les pido que siempre haya cerveza”.
Habló fuerte y con cierto pesimismo e ironía, del nuevo periodismo de rock por Internet: “La mayoría son sitios patito.com. Aunque hay algunos muy respetables y es una tragedia que a veces nadie los conozca, pero la mayoría son muy malos, y quienes los hacen no saben ni escribir. Y es que todo mundo puede tener una página web”, sentenció.
Como principios, el también profesor universitario de cine, pidió: “Hay que defender el estilo para escribir y también hay que citar a tus fuentes, a los nuevos periodistas no les gusta citar”, para despedirse con algunas sentencias del tipo: “El periodismo escrito no va a desaparecer”.
Con una sesión de preguntas y respuestas por parte del auditorio, entre quienes se encontraban personajes como Armando Vázquez, líder del grupo Los Ovnis, quien reclamó públicamente créditos para un disco que editó con su banda en 1968 con material original (un solo cover de Los Doors que su discográfica le obligó a grabar) o Jorge H. Velasco, compilador del libro Rock en Salsa Verde: La Larga Historia del Rock Mexicano, se dio por concluida la primera sesión del Seminario de Periodismo y Rock en México, un Recuento que hoy, celebrará su siguiente jornada con el tema “Fotocopias y grapas, fanzines y punk rock”, con el Warpig (baterista de Lost Acapulco), José Luis Paredes “Pacho” (ex baterista de Maldita Vecindad) y Marcos Hassan como ponentes.
La cita es en el Multiforo Cultural Alicia (Cuauhtémoc 91-A colonia Roma), a las 7 de la noche. Entrada libre.
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