DISTANTE INSTANTE
Por Tadeo Martínez
Imágenes: Facebook oficial
BATERIAS NUEVAS (SIGUR RÓS ÚLTIMA PARTE)
Með Suð I Eyrum Við Spilum Endalaust (Con un zumbido en el oído tocamos eternamente). Este es el título del disco con el que Sigur Ros regresó en el 2008 y, antes de presentarlo al mundo, la banda por fin hizo su aparición en México en un festival llamado Colmena, que se llevó a cabo en Tepoztlán. Finalmente, la experiencia resultó caótica, al carecer de una verdadera logística y la única atracción real eran los de Reikiavik.
Al cabo de pocas canciones, el baterista Orri Páll Dýrason se sintió mal y se detuvo el concierto por varios minutos; los acompañantes del grupo siguieron tocando canciones folclóricas y hasta el himno nacional de Islandia. Yo, como asistente, pensé que ahí se acababa todo, así que tome la salida y me refugie en la casa de mi mejor amigo. No vi cuando el grupo regresó (aún lloro).
El disco volvió un poco a sus raíces folclóricas y acústicas en la mayor parte de él. El nombre es una conjugación de 2 canciones que están en el álbum y por primera vez pasó lo impensado: Sigur Ros incluía una canción en inglés llamada “All right”. Este álbum no desmerece en lo absoluto, de nuevo nos lleva por un viaje astral y hace que la médula nos mueva en todas direcciones. Sin duda hace que el alma se desnude, igual que su portada.
La promoción fue poca y en lugares pequeños, ya que la banda tenía problemas internos: el tecladista Kjartan Sveinsson ya no estaba contento con el sonido y el rumbo que la banda estaba tomando. Por eso, después de cerrar su gira en la Brixton Academy de Londres en noviembre del 2009, la banda anunció un receso.
Su siguiente material, un disco en vivo titulado INNI, salió en el 2011 en formato doble: DVD más disco. Con esto, la banda siguió vigente y ahí nos ofreció una probadita de lo que vendría en su siguiente placa de estudio.
El sexto álbum del grupo vio la luz en mayo del 2012: Valtari (Aplanadora) se llamó, pero antes de editarse, la banda lanzo el video minimalista de la canción “Ekki mukk” (sin sonido) que fue dirigido por la hermana de Jónsi, Inga Birgisdóttir.
Este trabajo ya no contiene canciones en inglés, fue producido por Jónsi y su pareja y colaborador Alex Kendall Sommers. La banda casi se desintegra en las grabaciones, que fueron muy pesadas y estresantes, Georg Hólm, el bajista, comentó que durante este proceso ya nadie se hablaba, sólo se limitaban a tocar cada quien la parte que les tocaba de cada canción y, al terminar, se retiraban.
Este disco fue el último para Kjartan Sveinsson, quien argumentó que necesitaba un descanso mental y corporal. Pero la realidad, según sus allegados, es que el sonido de este disco no le agradó en absoluto y que en varias ocasiones se negó a tocar partes demasiado electrónicas, lo que obligó al grupo a modificar los arreglos sobre la marcha.
La banda se reagrupo y como trio salieron de gira por todo el mundo, ya que el disco había vendido la cantidad de 800,000 copias en los primeros 4 meses y la expectación crecía por verlos con su nuevo hijo.
Valtari es un viaje en slow Motion; de una calma que se traduce en sus 8 tracks de principio a fin, desde la que abre el plato, la enorme y delicada «Ég anda» (yo respiro) que cuenta con enormes arreglos orquestales, pianos delicados y la colaboración de Amina, un ensamble de cuerdas que hizo el mejor trabajo de soporte que uno se puede imaginar.
Para este trabajo de promoción la banda regreso a México, al Festival Capital del 2013. Jónsi y Georg en entrevista, decía que ahora si venían a saldar la deuda del pasado festival, la cual cumplieron a cabalidad la noche del 13 de octubre. Al grito de “sentados, sentados, sentados” por parte del respetable, el grupo salió y lució en todo su esplendor.
Con la enorme “Yfirborð” (Superficie) (la cual vendría incluida en su siguiente material) como abridora y, al pasar de las canciones, la banda nos demostró el porqué de su bien ganada reputación. Yo como espectador me dejé llevar y dejé que mis sentidos me transportara adonde ellos quisieran. Es una de las pocas bandas (junto a Radiohead) que me hacen creer en la humanidad (sic).
Ahora, la banda promociona a ratos su último material, el cual salió en junio del 2013 con el nombre de Kveikur (Calado) del cual salieron, a la par, dos bellos sencillos: “Brennisteinn” (azufre) así como “Ísjaki” (témpano). Este disco ahora carece de arreglos muy elaborados, presenta a la banda con un sonido más directo, crudo -o rudo- por así decirlo, sin autocomplacencias. Según Orri Páll Dýrason, grabarlo fue como volver a sus raíces, de cuando querían ser músicos y se divertían.
Escuchar al grupo puede ser una experiencia placentera o hasta desquiciante según tu estado de ánimo. Es como cuando uno despierta, ve borroso el horizonte y poco a poco todo se aclara conforme pasan los minutos. Esas sensaciones son las que despierta cada disco o presentación de la banda, hoy, a mi parecer su lugar está bien ganado y sugiero que ustedes elijan si son rosas o son victorias.
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