INSTANTE DISTANTE
Por Tadeo Martínez
Imágenes: Taringa.net – Findadeath.com – Wikipedia – Worladetails.com – 31mediatumblr.com
DIONISIO EN PARÍS (LOS ÚLTIMOS MESES DE JIM MORRISON SEGUNDA PARTE)
En junio del 1971, Jim Morrison se encontró por casualidad en París con Alain Ronay, su antiguo compañero de la UCLA. Caminaron por la larga escalinata que conduce a la Iglesia del Sagrado Corazón en Montmartre.
En la cima, Jim escucho a unos músicos africanos, perdió la mirada en el horizonte y vio una colina a lo lejos. Morrison le preguntó a Alain sobre ese sitio y éste le respondió que eso que veía era el cementerio de Pére-Lachaise, el cual data de la época de Napoleón y que ahí estaba los sepulcros de Chopin, Balzac, la enorme Edith Piaf y demás personajes célebres de distintas épocas.
Jim insistió a Ronay que fueran allá y tomaron un taxi, pero el pesado trafico hace que lleguen tarde y les informan que el camposanto ya está cerrado. Los dos amigos acuerdan regresar después y se van a beber a un bar.
Días después vuelven y se pasean por las enormes edificaciones mortuorias de la burguesía francesa; Alain insiste en retirarse ya que los cementerios le daban pánico, pero Jim insiste en quedarse más tiempo y asiente que le encanta la tranquilidad del sitio en medio de la ruidosa París y quiere ser enterrado ahí cuando muera.
Todo ese mes de junio, Jim llevó consigo una bolsa plástica blanca que contenía sus cuadernos de espiral para escribir sus poemas, almacenar fotografías personales, una cinta donde se grabó leyendo poesía el día de su cumpleaños número 26, su cajetilla de cigarros, su encendedor, una pluma, la fotocopia de una entrevista a Jean-Luc Godard que había arrancado de la revista parisina Jazz & Pop y una nueva versión de su poema “American night”, que leía en voz alta cuando caminaba solo por las calles.
En un paseo que dio por la Rue Saint Louis en la esquina de Quai D´Anjou, se detuvo frente a la casa con el No. 17 y escribió sobre Charles Baudelaire, quien habito ese hogar. Después paso por Odéon a comprar papel y de ahí se dirigió a un pequeño estudio de grabación que ya había visto con anterioridad, mismo que alquiló por poco más de una hora para escuchar la cinta que llevaba consigo y, al terminar, le dijo al dueño que tal vez volvería más tarde para grabar algo serio. El dueño contestó que estaba a sus órdenes, cuando quisiera.
Jim va al encuentro de Pamela en el Café de Flore, dentro del lugar toma asiento en la terraza y pide whisky hasta emborracharse. Observa a lo lejos a unos músicos ambulantes que con sus guitarras destrozan canciones de Crosby, Stills. Nash and Young; esto le parece genial y se va hacía ellos para proponerles hacer una sesión de estudio a lo cual estos aceptan de manera instantánea.
Ya en el estudio Jim les preguntó que tenían en mente y estos no se deciden, entonces Morrison les dice: “Probemos con una canción mía” y arremetió con una deliciosa versión de “Orange County suite”, tema que ya le habían rechazado varias veces en la banda. En esa sesión, a Jim se le escucha, aparte de borracho, muy suelto, muy él, rugiendo versos espontáneos y evoca a su mujer con el corazón endurecido, mientras sus rimas poéticas rememoran sus viejas glorias con “Las Puertas”.
El 2 de Julio Pam y Jim fueron al cine y al salir cenaron en un café de chinos que nunca cierran en la Rue Saint Antoine. Morrison acompaño su cena con muchas cervezas y, a la una de la mañana del tres de julio de 1971, decidieron irse a casa.
Jim se notaba inquieto. Al llegar, se sentó en su escritorio con la libreta abierta pero no pudo escribir letra alguna, atrás de él, Pamela cortaba líneas de heroína en la mesita de centro. La inhalaron juntos mientras proyectaban, por medio de su super-8, los viajes que hicieron por España y Marruecos… Jim tomaba ginebra directo de la botella y al terminar la cinta, pusieron un disco de The Doors mientras seguían inhalando droga.
Jim tuvo un nuevo acceso de tos y Pamela le sugirió que se fueran a acostar. Antes de irse a la cama, Jim le pido un par de líneas más y fue a dormir. Eran las 3 de la mañana. Una hora después, Pamela despertó con sobresaltos ya que Jim gorgoreaba de manera horrible, como si se ahogara. Trato de despertarlo y al no conseguirlo lo abofeteó pero nada, lo golpeo una y otra vez hasta que Jim volvió en sí.
De ahí se sobrevino una escena lamentable, Jim se tambaleaba en dirección al baño, una vez dentro se sumergió en la bañera, Pamela, aturdida todavía por la heroína, regreso a dormir y perdió el conocimiento pero de nuevo unos extraños ruidos la despertaron, Jim estaba todavía en la bañera y vomitaba pedazos de comida con coágulos de sangre. Pamela tomo un par de toallas y espero a que terminara de vomitar y luego limpio el rostro y torso de Jim. Espero a que pasara la náusea y abrazo a su hombre…
Jim le aseguró que ya se sentía mejor, que regresara a dormir y esta, a las 5 am, decidió acostarse de nuevo.
Pamela despertó con la luz del día, Jim no estaba en su cama y de inmediato fue al baño pero la puerta estaba asegurada, llamo varias veces pero no obtuvo respuesta. A las 6:30 de la mañana llamo al conde de Breteuil, quien esa noche la había pasado con Marianne Faithfull.
Jim Morrison estaba en su bañera, había muerto durante la madrugada. Tenía sangre en la nariz y en la boca. En su pecho había restos de coágulos secos al igual que en el piso. El agua de la bañera era de un rosa profundo y su cuerpo ya estaba frío. Pamela aseguro que jamás había visto el rostro de Jim tan sereno, estaba relajado… De no haber sido por esa sangre, hubiera parecido que miraba al horizonte.
A las 7:30 am Pamela llamo a Alain Ronay y le dijo en murmullos: “Alain, Jim esta inconsciente, ¿puedes llamar a un ambulancia?, sabes que no hablo francés…creo que se está muriendo”. Alain y su novia, Agnés Varda, llegaron al edificio donde vivían los Morrison y encontraron varias ambulancias afuera, Alain subió con Pam y vio a los paramédicos tratar de revivir a Jim pero todo estaba perdido. El médico que llego con la policía, acosó a Ronay con preguntas sobre drogas y la situación del occiso con la mujer (Pamela). Ronay le dijo que su amigo se llamaba James Douglas Morrison y que era poeta.
Cuando todos se fueron Pamela quemo varias hojas con la poesía de Jim, fotos de sus viajes y archivos donde lo relacionaban con varios arrestos en Estados Unidos. Cuando llegaron los del forense, Pamela -en trance- los llevo al dormitorio y le dijo con una extraña voz “Este es mi hombre hermosísimo señor, no lo maltrate”.
En el forense el medico encargado se sorprendió al saber la edad de Jim, cuando le dijeron que tenía 27 él aseguro que tenía 47 y que eso iba a poner en el certificado de defunción.
Un detective exigió una nueva inspección en el departamento y la policía arribó de inmediato. Al ver que el cuerpo en la morgue no tenía rastros de pinchaduras en los brazos y en el departamento no había tampoco rastros de drogas, se les extendió el permiso para el entierro. El conde de Breteuil movió sus influencias para que Jim Morrison fuese sepultado, como era su dese, en Pére-Lachaise.
Hace poco Marianne Faithfull aseguro que su ex, el conde Jean de Breteuil, fue quien mató a Jim de manera accidental, porque la noche anterior estaban drogándose juntos y se le debió de haber pasado la mano.
Nadie de nosotros sabremos la verdadera historia de este capítulo de la historia del rock, ya que Pamela Courson y el conde Jean de Breteuil murieron poco tiempo después.
En el cementerio de Pere-Lachaise, se erigió un monumento con su efigie, el cual fue sustituido por una placa común, ya que durante todos estos años, los miles de jóvenes que llegaban a su tumba, causaban destrozos y realizaban pintas en el camposanto “para honrar su memoria”, por lo cual las autoridades del lugar resolvieron realizar dicho cambio.
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