NÁHUATL OFRECE HISTÓRICO CONCIERTO EN EL DISTRITO FEDERAL
Texto y fotos: Por Francisco Zamudio
37 años después de su separación, el legendario grupo mexicano Náhuatl regresó a ofrecer un concierto en el Distrito Federal el pasado 10 de octubre, al interior del Teatro Morelos del IMSS.
Las bandas Cthulhu y El Brujo, fueron las encargadas de cargar energéticamente el lugar, con base en sus propuestas afincadas en el hard rock y el doom por parte de la primera, así como de la sicodelia progresiva en la segunda.
Un cambio de fecha y sitio así como una tromba que azotó a la ciudad de México ese día, misma que provocó un caos vial de proporciones gigantescas, influyeron determinantemente para que poco menos de 200 personas acudieran a la cita con una de las primeras agrupaciones importantes para la construcción de un lenguaje netamente mexicano dentro del rock.
No obstante lo anterior, Ricardo Ochoa, Ramón Torres, Ramón “Bozzo II” Ochoa así como los bateristas invitados Víctor “El Peludo” Illarramendí (ex baterista de Árbol y Kenny & Los Eléctricos) y el propio hijo de Ramón Ochoa, salieron a ofrecer un set corto pero contundente, con sorpresas al final y mucha nostalgia.
La añoranza corrió a cargo de los asistentes, que si bien no fueron muchos, sintieron en el alma canciones como “El hongo”, “Machismo”, “Contaminación”, “Déjame” o “Ella es fuego”, entre otras interpretadas por Náhuatl.
También se permitieron tocar un tema que, en su momento, generó mucha polémica por la mención de marcas comerciales: “Hay que subir”. Tanta disputa generó en torno a su casa disquera, que no se grabó en aquellos días.
Vestido de negro, con una playera sin mangas y un ojo cubierto por un parche; Ricardo Ochoa desplegó en la guitarra un férreo quehacer musical, jugó con los solos y con el acompañamiento de manera tal, que dispersó en el aire un catálogo de riffs penetrantes, los cuales llenaron de señorío sónico el espacio vital.
Por Ramón Torres parecen no quedarse los años. Su larga y ensortijada cabellera negra y su barba de candado, lo emparentan de inmediato con cualquier imagen arquetípica de rockero surgido en los setentas… que lo es.
Además, su bajo lució un ornamento proveniente, quizá, del modo textil huichol, mismo que se movía acompasadamente con el movimiento de su cuerpo y sus manos enguantadas.
Ramón “Bozzo II” Ochoa, es un ejemplo viviente de entereza, de superación personal y amor a la música. Diversos problemas de salud lo han llevado a caminar con dos bastones a la vez; pero al momento de sentarse en el banquillo de la batería, se transforma en un auténtico monstruo de poder.
El concierto comenzó a bullir con la interpretación de un clásico de Peace And Love, la banda antecesora de Náhuatl: “Latin feeling (sentimiento latino)”. Fue ahí donde la calidad de los músicos se mostró en todo su esplendor.
Peace And Love era una banda con metales, pero en esta ocasión el power trío (con el apoyo de dos coristas) hizo sonar sus instrumentos de manera que nadie extraño esa sección de vientos, otrora característica en aquella agrupación.
Los ánimos terminaron por desbordarse con “We got the power (tenemos el poder)”, ese himno cuyo eco, nacido en septiembre de 1971 en Avándaro, Valle de Bravo, todavía retumba en los oídos de esa generación de músicos, que sigue oculta y sin ánimos de ser descubierta por las nuevas hordas de rockeros mexicanos.
Y quizá ni por su propio público. “¿Dónde están esos 200 mil locos que fuimos a Avándaro?”, se preguntaba Ricardo Ochoa en una entrevista ofrecida a RockMx en julio de 2013, precisamente en la víspera del retorno de Náhuatl en Los Ángeles, California.
http://www.rockmx.com.mx/exclusivas/nahuatl-julio2013.php
No lo sabemos, parece ser que “El Sistema” triunfó finalmente y ese soplo libertario llamado Festival de Rock y Ruedas fue apagado por completo. Sin embargo, nada de lo anterior importó frente a la emoción de la música. Todo el público se paró de sus asientos a bailar y a cantar: “¡Tenemos el poder!, ¡tenemos el poder!, ¡tenemos el poder!” hasta que la última nota cayó.
La escasa audiencia pedía más a gritos. No obstante, los rígidos cánones del Instituto Mexicano del Seguro Social para con sus instalaciones, cercenaron cualquier intento de seguir la histórica fiesta.
Mientras el escenario fue invadido por los asistentes para tomarse una foto del recuerdo con los músicos… los encargados del Teatro Morelos, comenzaron a apagar las luces, en franca invitación a vaciar el local.
so rockberto blues
\m/
MARTIN
ESTUVO FREJON EL COCIERTO FUIMOS POCOS .PERO ERAMOS LOS NECESARIOS ,ESTOS MAESTROS DE NAHUATL NOS PRENDIERON CON SUS ROLAS DE LOS 70S. YO NUNCA LOS VI EN SUS AÑOS DE LOS 70S. PERO CON LO QUE VI DE SU SHOW SE VE POR QUECSON UN PILAR DEL ROCK MEXICANO (NACIONAL ).LARGA VIDA AL ROCK Y A LOS DE NAHUATL.