DISTANTE INSTANTE
Por Tadeo Martínez
Imágenes: Facebook oficial
DAVID BOWIE: ¡MESÍAS, EMPUÑA TU GUITARRA!
Todo comenzó aquel día que vio Naranja Mecánica (A Clockwork Orange). La cinta dirigida por Stanley Kubrick le revoluciono la cabeza y le hizo pensar qué pasaría si llevara a cabo lo mismo, pero de una manera más imaginativa. David Bowie tenía poco de haber lanzado el disco Hunky Dori (el que dicen, fue su primer gran disco) y antes de este álbum ya venía maquilando la idea de revolucionar el rock.
Mick Ronson (guitarra, teclados y coros), Trevor Bolder (bajo, saxofón) y Mick Woodmansey (batería) habían acompañado a David desde el Hunky Dori. Para el nuevo álbum había un nuevo concepto: la androginia.
A mitad del 71 Bowie y compañía entraron al estudio y en 2 meses grabaron la obra icónica de la década, era 1972 y así, casi de la nada, The Rise & Fall Of Ziggy Stardust And the Spiders From Mars vio la luz. Para los shows en vivo Bowie anuncio: “Sólo tocaremos las canciones del disco, si vienes a vernos y esperas escuchar canciones pasadas, mejor quédate en casa”
Los temas del disco van narrando una historia y a la vez una falacia, las letras son duras, ácidas, pero la música las envuelve de una manera sutil y elegante. Mick el guitarrista esta en plenitud y Bowie canta inspirado y con mucha pasión: “Five years”, “Lady Stardust” y “Moonage dream” nos lo demuestran.
“Starman” nos dice que ese hombre de las estrellas nos viene a salvar y “Ziggy Stardust” nos muestra la decadencia y el final del mismo. Este disco es futurista, pretencioso y algunos dicen que está sobrevalorado, eso no lo sabemos, pero en definitiva vale su peso en oro.
La banda hace su presentación oficial el 10 de febrero de 1972 en Londres con atuendos fuera de lo común: Maquillaje en la cara, botas de luchador con agujetas rosas, verdes, rojas, moradas, mayas multicolores, leotardos, pantalones y camisas demasiado ceñidas, pelucas y el ego a todo lo que da. En los 2 años de vida del grupo realizaron 3 giras por el Reino Unido, 2 en la Unión Americana y una en Japón.
En este disco Bowie ya no era Bowie, era “Ziggy”. Él mismo dejó que lo engullera lentamente el personaje porque, a diferencia de los demás miembros, David vestía como Ziggy fuera del escenario, hablaba como Ziggy en las entrevistas y reafirmaba que al mundo le quedaban 5 año de vida y que él había venido a salvarnos.
Cuando le preguntaron el porqué del nombre, a qué se debía, si acaso a un pequeño homenaje a su amigo Iggy Pop o a su amiga la modelo “Twiggy”. Él contestó: “No sé, no los conozco, yo vengo del espacio”.
Los conciertos estaban llenos de celebridades, esperaban ver a la banda andrógina, no a David. Era tal el rumor que la gente creyó que Bowie era un mito y que en realidad nunca existió, que era Ziggy quien jugaba a ser Bowie.
Los excesos de alcohol eran evidentes en todos los integrantes del grupo, incluso en el Madison Square Garden de New York, Bowie se desmayo por la baja presión y falta de alimentos, pero esto no impidió que siguieran tocando y no cancelaron ninguna fecha.
En ese mismo 1972 Bowie edita Aladdin Sane, el cual tuvo la mala fortuna de ser la sombra de Ziggy Stardust, lo que lo dejó en clara desventaja y no pudo sobresalir. Este disco es una joya escondida, se trata de una obra netamente rocanrolera, con temas deliciosos y bien armados. “Watch man” y “Panic in Detroit” lo demuestran y qué decir de la bellísima “Drive in saturday” o la fascinante “The jean genie” (con la cual Ian Curtis jugaba a ser Bowie frente al espejo). Desgraciadamente es un disco muy menospreciado, pero de igual manera vale la pena escucharlo.
Por desgracia todo lo que empieza tiene fecha de caducidad. En 1973, en enero para ser exactos, Ziggy Stardust y las Arañas de Marte hacen su última aparición.
Ese último concierto fue hecho película, sin querer todo se había conjugado, nadie sabía que era la última vez que verían a la banda interestelar (ni los propios músicos), celebridades al por mayor llegaron a verlos; fans vestidos como Ziggy o como sus músicos, Ringo Starr sorprendido (se ve en varias tomas) Mick Ronson hacía sonar su Les Paul a todo lo que daba, coqueteaba con el metal, el glam, lo punk, la extravagancia. Por primera vez en años la banda tocó canciones de discos anteriores, rolas del Aladdin Sane y, en pleno éxtasis después de entonar “Ziggy Stardust” Bowie le dijo a la audiencia:
“De todos los shows de la gira, este permanecerá con nosotros por más tiempo. No sólo porque es el último, sino porque es el último que haremos jamás”.
Así como lo decía su canción, Ziggy estaba rompiendo la banda en pleno concierto, sin avisarle a las arañas, sorprendiendo a la audiencia y al resto del mundo. Ahí se vio al Mesías abandonar su lucha interna, porque no fue capaz de soportar ser un rockstar.
Desde entonces se siguen contando los días para el final de la humanidad y, a nosotros, sólo nos queda seguir escuchando este gran disco.
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